El propósito de las marcas cambió, y la industria de la moda no es ajena a esta tendencia. Hoy su público objetivo se expande, estando no sólo en la tienda física sino también en la online, abarcando un universo de consumidores más amplio, diverso, informado y exigente. La idea es sorprender, capturar y encantar al cliente. El desafío es mantenerse relevante y constante y en ese sentido la pregunta que se hacen hoy las marcas de moda que entienden estos nuevos requerimientos es: “¿como sería mi marca si fuera una persona?”
Conscientes de los elementos no racionales que definen una compra, plantear una estrategia de comunicación acercando emocionalmente cliente/tienda es vital.
Como consumidora de Moda me alegra que la industria dance con el contexto, ofreciendo al cliente atributos personales como cercanía, atención diferencial, incluso whatsapp disponible como primera opción de “contacto”, todo lo que genere una conexión íntima donde uno se sienta escuchado, contenido y atendido.
La idea buscada de que la marca se perciba más humana me confirma las motivaciones hedónicas que nos mueven en la compra, sobre todo en el contexto negativo actual. Por eso nos gusta conocer el detrás de escena, el día a día, la inspiración del diseñador, que repostee si lo arrobamos, ver sus stories más que su feed de Instagram…
Y todo esto me lleva a reflexionar que hoy no se puede no ser genuino, eso es lo que consumimos y lo que nos consumen, así que tenemos derecho a pedirle a nuestras marcas favoritas: MAS AMOR, POR FAVOR.
Miranda Mougenot
Asesora de Imagen, Coach & Abogada @mirandalifestyle